Eivissa (Ibiza) celebra cada año la conquista de la isla por Guillem de Montgrí el 8 de agosto de 1235, y Sant Ciriac, patrón de Ibiza.
En 1650, la Universidad declaró el 8 de agosto, día de Sant Ciriac, festivo en Ibiza, para conmemorar la entrada de las tropas cristianas en la ciudad árabe de Yebisah (Ibiza).
Desde entonces se han realizado diferentes celebraciones en esa fecha para conmemorar este acontecimiento histórico.
Cuenta la leyenda que el ejército de Guillem de Montgrí conquistó fácilmente Yabisah (nombre de la Ibiza musulmana), gracias a la venganza del hermano del jeque que gobernaba la ciudadela. Según la crónica del dominico Vicente Nicolás, del siglo XVIII, este no soportó que el soberano le arrebatara a su concubina favorita y, por rencillas sentimentales, permitió a los invasores pasar por la puerta secreta de su casa situada junto a la muralla.
Es el lugar que se conoce como “Campo de la Traición” y que, además de recordar un enfrentamiento puramente familiar, marca la transición del dominio sarraceno al cristiano en la isla, sin ningún derramamiento de sangre.
Según cuenta la tradición, aquel día del verano de 1235, el primer soldado cristiano que entró en Ibiza lo hizo a través de un pasadizo subterráneo. El acceso al pasadizo subterráneo se encuentra bajo el altar de la Capilla de San Ciriaco.
La Capella de Sant Ciriac está situada en la calle del mismo nombre, una calle estrecha, empedrada y algo empinada, muy cerca del Convent de les Monges Tancades; un pequeño oratorio de devoción popular construido por el Ayuntamiento de Ibiza en 1754, en honor a San Ciriaco, patrón de la ciudad desde 1650, cuya festividad, el 8 de agosto, coincide con la celebración de la conquista cristiana de 1235.
Cada año con motivo de la festividad de Sant Ciriac, uno de los actos que tienen lugar es la visita de las autoridades de la isla a la ermita, antes del acto institucional ante la estatua yacente de Guillém de Montgrí, en la plaza del Ayuntamiento.
En un principio las celebraciones tenían un carácter más religioso, pero con el tiempo, aunque todavía es evidente el componente devocional, han evolucionado hacia festividades más populares, con espectáculos de danzas tradicionales, puestos de mercado y un gran espectáculo de fuegos artificiales.